Ansiolíticos / sedantes
Introducción
Los ansiolíticos o sedantes son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) reduciendo los estados de angustia o ansiedad, el nerviosismo, el insomnio, etc. Producen calma, somnolencia (sedación) o sueño. Los ansiolíticos disminuyen la actividad, moderan la excitación y calman a la persona que los toma.
En el marco de la infección por el VIH, tanto por los efectos secundarios de algunos medicamentos como por las consecuencias psicológicas y sociales que conlleva la infección, la angustia, la ansiedad y el insomnio son condiciones frecuentes. Por ello, el uso de ansiolíticos/sedantes es frecuente entre personas con el VIH.
En el contexto del uso de drogas recreativas, se suelen utilizar los ansiolíticos/sedantes para volver a relajarse y/o poder dormir tras utilizarlas o para -en algunos casos- compensar la agitación que produce la abstinencia.
El grupo principal de sedantes/ansiolíticos está constituido por las benzodiacepinas (BZD), entre las que destacan diazepam (Especializad Farmacéutica Genérica [EFG], Valium®), clorazepato dipotásico (EFG, Tranxilium®, Dorken®), alprazolam (EFG, Trankimazín®), lorazepam (EFG, Orfidal®, Idalprem®), bromazepam (EFG, Lexatin®), clonazepam (Rivotril®), ketazolam (EFG, Sedotime®), lormetazepam (EFG, Noctamid®, Loramet®), midazolam (EFG, Dormicum®), triazolam (EFG, Halcion®). Se caracterizan por contar con diversas duraciones de efecto y potencias, lo que les permite -mediante la adecuada selección- adaptarse tanto a situaciones en las que es necesaria una acción corta (como inducir el sueño) como en aquellas en las que es necesario un efecto más largo (por ejemplo, evitar síndromes de abstinencia)
Otras familias de fármacos que también tienen efectos ansiolíticos/sedantes incluyen:
- Antidepresivos (especialmente inhibidores de la recaptación de la serotonina; ISRS) utilizados como ansiolíticos.
- Análogos de benzodiacepinas: zolpidem, zoplicona, zaleplon.
- Antipsicóticos de segunda generación como quetiapina, olanzapina, etc. pueden ser utilizados para el tratamiento de la ansiedad o los problemas de insomnio en dosis reducidas bajo estricto control médico.
- Antihistamínicos: doxilamina, difenhidramina.
Los antihistamínicos son los únicos fármacos con efecto sedante/ansiolítico que se venden sin receta médica, aunque el uso fuera de prescripción de la gran mayoría de ellos es frecuente.
Debido a la dependencia física y psicológica que generan, los ansiolíticos/sedantes no deberían ser administrados sin control médico de forma crónica para el tratamiento del insomnio. Otro de los aspectos a tener en cuenta en su uso a largo plazo es que modifican los patrones de sueño, hecho que se agudizaría con el síndrome de abstinencia al interrumpir su utilización.
Algunos de estos fármacos pueden afectar a la concentración, la memoria y la coordinación; otros efectos frecuentes son resaca, problemas en el habla, descoordinación, marcha inestable, somnolencia, sequedad de boca, reducción de la motilidad digestiva y alteraciones emocionales.
Está bien establecido el beneficio terapéutico de los ansiolíticos y los sedantes, pero su valor para aliviar el estrés, la ansiedad y el insomnio también es, con probabilidad, la razón por la que se usan fuera de prescripción con tanta frecuencia.
En relación con la utilidad de los ansiolíticos/sedantes, es importante subrayar que no eliminan la idea o sensación de temor o inquietud. Lo que hacen es reducir las sensaciones desagradables (síntomas de ansiedad) que acompañan a dicha idea o sensación de temor o inquietud. A menudo, dichos fármacos son usados con el fin de reducir la sensación de miedo o de desagrado. Por supuesto, en estos casos, la persona refiere que la medicación no le ha sido útil. Ante esta falta de eficacia, muchas veces se cae en el doble error de aumentar la dosis: no se observa una mayor eficacia y, por el contrario, puede haber un aumento de los efectos secundarios.
Efectos secundarios
Los efectos secundarios de los ansiolíticos/sedantes pueden ser muy variables en función del principio activo. No obstante, como mínimo pueden destacarse dos posibles efectos secundarios:
- Reducción de los reflejos o de la capacidad de respuesta. Basándonos en este efecto secundario, sobre todo al iniciar el tratamiento con BZD se recomienda tener mucha cautela al realizar actividades de riesgo, como conducir un vehículo o trabajar con maquinaria peligrosa. Asimismo, en personas mayores, dicha reducción de los reflejos podría predisponer a las caídas, con el consiguiente riesgo de las temidas fracturas óseas. Este aumento de caídas asociado a la prescripción de BZD motiva que se aconseje limitar al máximo dicha prescripción en personas de la tercera edad.
- Reducción de la memoria reciente. Algunos estudios han sugerido que la capacidad para memorizar información nueva (memoria reciente) puede verse ligeramente reducida por la toma de estos medicamentos. Las cosas que ya habían sido memorizadas antes de la toma de estos fármacos no se verían -en principio- afectadas.
Presentación
Los ansiolíticos/sedantes se toman mayoritariamente por vía oral y se dispensan en forma de comprimidos. También existen en forma inyectable para uso en entorno clínico/hospitalario.
Posología
Dependiendo del uso, los ansiolíticos/sedantes se prescriben en diversas pautas. En general, no se recomienda un uso prolongado por los problemas de dependencia que pueden entrañar. El empleo fuera de prescripción es frecuente y a demanda (las personas lo toman según sus necesidades).
Precauciones
Los ansiolíticos/sedantes deberían tomarse siempre bajo prescripción médica y siguiendo las pautas prescritas por el médico. En el caso de ser tomadas fuera de prescripción, recomendamos hacerlo a la mínima dosis posible e intentando tener en cuenta posibles interacciones con otras sustancias o fármacos que se estén tomando.
Interacciones
Por lo que respecta a los antirretrovirales, los principales problemas de interacciones con ansiolíticos/sedantes tendrían lugar con los inhibidores de la proteasa (atazanavir, darunavir, etc.), los potenciadores (cobicistat y ritonavir) y aquellos medicamentos que incluyan potenciadores (como, por ejemplo, Stribild®, Rezolsta® o Kaletra®). Puedes consultar las posibles interacciones de forma individualizada en nuestra base de datos de interacciones.
Intoxicación
La toma excesiva o un error de dosificación pueden tener consecuencias graves para el organismo, por lo que, en caso de detectar alguno de estos eventos, es muy recomendable acudir al servicio de urgencias médicas o ponerse en contacto con él a través del 112.
Conservación
Dado que se trata de medicamentos, es importante cumplir las condiciones de conservación establecidas en la caja o el prospecto. Como algunos de ellos pueden adquirirse a través del mercado negro, es difícil poder asegurar que las condiciones de conservación han sido respectadas en todo momento.
Referencias
PNS/MSSSI, GESIDA, SEP, SEIP. Documento de consenso sobre las alteraciones psiquiátricas y psicológicas en adultos y niños con infección por el VIH. Actualizado en febrero 2015.
http://www.hiv-druginteractions.org/
http://www.interaccionesvih.com/
WHO. Glosario de términos de alcohol y drogas. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44000/9241544686_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Editado por Organización Mundial de la Salud en 1994 bajo el título “Lexicon of Alcohol and Drug Terms”. Adaptado por el Ministerio de Sanidad y Consumo 2008.
Manual Merck.
MedlinePlus.
Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.