Antidepresivos

Introducción

Los antidepresivos son fármacos que se prescriben para el tratamiento del trastorno por depresión, que se caracteriza por la existencia de un sentimiento de tristeza lo suficientemente intenso como para interferir en el desarrollo de las actividades habituales y/o por una reducción del interés o del placer en actividades que solían ser del agrado de la persona afectada.

A pesar de que los antidepresivos no curan la depresión, pueden reducir sus síntomas. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Existen diversos tipos de antidepresivos. A veces, es necesario probar más de uno hasta encontrar el que surta un mejor efecto.

Los antidepresivos suelen ser bien tolerados por las personas con el VIH, incluso aquellas con infección sintomática. Aun así, pueden existir interacciones que afecten a la actividad o a los efectos secundarios de los fármacos al tomarse junto al tratamiento antirretroviral.

Si se hace un uso recreativo, puntual o bien más continuado de los antidepresivos se debería tener en cuenta que la acción de estos psicofármacos no es inmediata, salvo en el caso de algunos tricíclicos que tienen un efecto inmediato, sino que necesitan tomarse al menos durante 10 días y hasta cuatro semanas seguidas para que empiecen a producir el efecto antidepresivo (según la persona, incluso se pueden necesitar hasta 6 semanas de uso continuado para empezar a tener un efecto antidepresivo completo).

Podríamos clasificar los antidepresivos en tres grandes grupos: los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de los receptores de la serotonina y bloqueantes de su recaptación y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), prescritos estos últimos con menos frecuencia.

1- Antidepresivos tricíclicos

Se encuentran entre los primeros antidepresivos que se produjeron. Son efectivos, pero, por lo general, se han reemplazado por antidepresivos que causan menos efectos secundarios. Sin embargo, constituyen una buena opción para algunas personas. En ciertos casos, alivian la depresión cuando otros tratamientos han fracasado.

Los antidepresivos tricíclicos tienen un potencial adictivo relativamente bajo, pero algunas veces se utilizan con fines recreativos por sus efectos psíquicos inmediatos. No provocan por lo general síndrome de dependencia o de abstinencia, salvo en algunos casos y dependiendo de las personas.

Incluyen los siguientes fármacos: amitriptilina (Deprelio® Tryptizol®), amoxapina (Asendin®, Moxadil®), clomipramina (Anafranil®), desipramina (Norpramin®), doxepina (Sinequan®), imipramina (Tofranil®), nortriptilina (Norfenazin®), protriptilina (Vivactil®), trimipramina (Surmontil®).

En ocasiones, los antidepresivos tricíclicos se utilizan para tratar afecciones no relacionadas con la depresión, como los trastornos de ansiedad o el dolor relacionado con los nervios (neuropático).

2- Inhibidores de los receptores de la serotonina y bloqueantes de su recaptación

Han reemplazado a los tricíclicos dado que producen menor incidencia de efectos secundarios (toxicidad cardiaca), poseen relativa seguridad en casos de sobredosis y un amplio abanico de posibilidades terapéuticas. Hay 5 tipos:

  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS): citalopram (Citalvir®), escitalopram (Esertia®), fluoxetina (Prozac®), paroxetina (Seroxat®) y sertralina (Besitran®), entre otros.
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina y noradrenalina (o norepinefrina) (IRSN): desvenlafaxina (Pristiq®), duloxetina (Cymbalta®) -también aprobada para tratar la ansiedad y ciertos tipos de dolores crónicos-, venlafaxina y trazodona (Deprax®), entre otros.  
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de la noradrenalina (ISRN): Reboxetina (Norebox®). Se utiliza más bien de forma complementaria.
  • Inhibidores noradrenérgicos y serotoninérgicos específicos (NaSSA): Mirtazapina.
  • Inhibidores de la recaptación de noradrenalina y dopamina (IRND): Bupropión (Elontril®, Zyntabac®). Este fármaco se utiliza para la deshabituación tabáquica.

3- Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO):

Fueron el primer tipo de antidepresivo existente en el mercado. Son efectivos, pero en general han sido reemplazados por antidepresivos que son más seguros y causan menos efectos secundarios.

Por lo general, el uso de IMAO requiere de restricciones dietéticas, ya que pueden causar presión arterial peligrosamente alta cuando se toman con ciertos alimentos o medicamentos (por ejemplo, otros antidepresivos o medicamentos para el resfriado o la gripe). A pesar de los efectos secundarios, estos medicamentos siguen siendo una buena opción para algunas personas. En ciertos casos, alivian la depresión cuando otros tratamientos han fallado. Suelen usarse como último recurso, en caso de que otros tipos no hayan funcionado.

Incluyen: Selegilina (Plurimen®) es el principal IMAO comercializado.

Tratamientos alternativos

Para tratar síntomas como el insomnio, la depresión del estado de ánimo, la fatiga, la ansiedad o los déficits neurocognitivos, los pacientes con el VIH tienden a tomar sustancias llamadas 'naturales' o medicinas alternativas. El hipérico (hierba de san Juan), la valeriana, la sadenosilmetionina (SAM-e), la melatonina y el Gingko biloba son algunas de estas sustancias.

Cabe destacar que el hipérico interacciona con muchos antirretrovirales, por lo que es poco recomendable considerarlo como tratamiento alternativo en el marco de una terapia antirretroviral. En caso de optar por estas u otras terapias alternativas, es importante consultar con un profesional sanitario o en bases de datos debidamente cualificadas para descartar cualquier tipo de posible interacción.

Uso de antidepresivos tricíclicos para otros trastornos

Si bien la indicación principal de los antidepresivos tricíclicos son los trastornos depresivos, también se usan para algunos otros trastornos de tipo psiquiátrico. Asimismo, se emplean en ocasiones para tratar el dolor crónico en adultos (fibromialgia y dolor neuropático), el insomnio y la bulimia nerviosa.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios más frecuentes de los antidepresivos son: sequedad de boca, náuseas, dolor de cabeza, nerviosismo, problemas sexuales (inapetencia o disfunción eréctil), aumento de peso, falta de energía, estreñimiento, entre otros.

Los tricíclicos en concreto pueden producir visión borrosa, sedación, problemas de memoria, aumento de peso, dificultades de micción y empeoramiento en caso de glaucoma. Puede desarrollarse un efecto secundario grave llamado síndrome neuroléptico maligno que incluye alteraciones respiratorias, cardiacas y musculares. En último extremo pueden inducir el coma o la muerte. Esto se da sobre todo en personas mayores de 50 años.

Los IMAO, además de los efectos secundarios habituales, pueden provocar debilidad, mareos y temblores. No pueden mezclarse con determinados medicamentos o alimentos, como otros antidepresivos y medicamentos de venta libre contra el resfriado o la gripe. Si se mezclan puede producirse el síndrome serotoninérgico que ocasiona alucinaciones, cambios en la presión arterial, agitación y fiebre. No es recomendable si no se sabe con qué cosas no se pueden mezclar y no se puede acceder al consejo de un profesional sanitario. Si tus dudas son acerca de interacciones con antirretrovirales, puedes utilizar nuestro buscador.

Los fármacos antidepresivos no causan la misma adicción que los tranquilizantes, el alcohol o la nicotina. No actúan rápido (en general), no hay que ir aumentando la dosis para obtener el mismo efecto y no suelen causar síndrome de abstinencia. Sin embargo, algunas personas cuando dejan de tomar ISRS y IRSN sufren síntomas de abstinencia. Estos incluyen molestias estomacales, síntomas parecidos a la gripe, ansiedad, mareos, sueños vividos de noche y sensaciones como de descargas eléctricas. En la mayoría de casos son leves, pero en un pequeño grupo de personas pueden ser muy graves. En general, es mejor disminuir la dosis de un antidepresivo poco a poco en lugar de parar de repente.

La interrupción del tratamiento debido a efectos secundarios no deseados, tales como disminución de la libido o el aumento de peso, es una de las principales causas de fallo del tratamiento.

Los efectos secundarios de los antidepresivos deben ser evaluados con regularidad a fin de fomentar la adherencia del paciente e identificar de forma precoz los efectos secundarios indeseables para que pueden ser abordados con o sin cambio de tratamiento antidepresivo.

Presentación

Los antidepresivos se toman mayoritariamente por vía oral y se dispensan en forma de comprimidos o en gotas orales en solución. También se presentan de forma inyectable en entorno clínico/hospitalario.

Posología

Dependiendo del uso, se prescriben en diversas pautas. Los antidepresivos, por lo general, se toman todos los días. Algunos antidepresivos se toman una vez al día. Otros deben tomarse más a menudo. Es posible que se deban probar diferentes tipos o cantidades (dosis) para encontrar el antidepresivo que funcione mejor para ti.

Si se hace un uso recreativo, puntual o bien más continuado, se debería tener en cuenta que la acción de los antidepresivos no es inmediata (salvo en el caso de algunos tricíclicos que tienen un efecto psíquico inmediato), sino que necesitan tomarse al menos durante 10 días y hasta cuatro semanas seguidas para que empiecen a producir el efecto antidepresivo (según la persona, incluso se pueden necesitar hasta 6 semanas de uso continuado para empezar a tener un efecto antidepresivo completo).

Los antidepresivos no tratan necesariamente la causa de la depresión o la eliminan por completo. Sin ningún tratamiento, la mayoría de depresiones mejoran en unos ocho meses.

Precauciones

Deberían tomarse bajo prescripción médica y siguiendo las pautas prescritas por el médico. En el caso de tomar un antidepresivo fuera de prescripción, se recomienda hacerlo a la mínima dosis posible e intentando tener en cuenta posibles interacciones con otros fármacos o drogas que se estén tomando.

Normalmente, en el uso para el que se prescriben, los beneficios de los antidepresivos superan los posibles efectos secundarios. Qué antidepresivo es mejor para ti depende de una serie de cuestiones, como los síntomas y cualquier otro trastorno de salud que puedas presentar.

Recuerda que la mayoría de antidepresivos, salvo algunas excepciones, necesitan ser tomados por unas semanas para empezar a tener efecto antidepresivo.

Interacciones

Como norma general, ante la prescripción de cualquier psicofármaco a un paciente que reciba tratamiento antirretroviral, se recomienda iniciarlo con dosis bajas e ir aumentando lentamente hasta conseguir el efecto clínico deseado.

Para la mayoría de asociaciones entre antirretrovirales y psicofármacos no existen estudios específicos y ello obliga a intentar establecer el sentido de la interacción desde el punto de vista teórico, partiendo de las características de los fármacos. Puedes consultar posibles interacciones en nuestro buscador.

Deberá evitarse el uso del hipérico (Hierba de San Juan), que tiene un efecto inductor enzimático potente y podría comprometer la eficacia de los antirretrovirales.

En general los inhibidores de la recaptación de la serotonina, por su amplio margen terapéutico, son más seguros que los antidepresivos tricíclicos desde el punto de vista de las interacciones. Sin embargo, se han descrito reducciones de las concentraciones plasmáticas de paroxetina y sertralina en presencia de darunavir/ritonavir y de las de sertralina en presencia de efavirenz.

Un efecto adverso importante de los antidepresivos son las disfunciones sexuales. Desde el punto de vista de las interacciones, debemos tener en cuenta que puede ser necesario emplear fármacos para la disfunción eréctil. Sin embargo, ello precisa de un ajuste de la dosis y el intervalo de administración. En los pacientes tratados con inhibidores de la proteasa (IP) o elvitegravir/cobicistat, los ajustes de las dosis pueden ser particularmente importantes. Recomendamos recurrir a tu médico del VIH en el caso de tener que realizar un análisis pormenorizado de interacciones o escribirnos a info@infodrogas-vih.org.

Puedes consultar las posibles interacciones con antirretrovirales de forma individualizada en nuestra base de datos de interacciones: http://infodrogas-vih.org/interacciones-drogas-antirretrovirales-vih-sida.html

Intoxicación

La toma excesiva o un error de dosificación puede tener consecuencias graves para el organismo, por lo que en caso de detectar alguno de estos eventos es muy recomendable acudir al servicio de urgencias médicas o ponerse en contacto con él a través del 112.

Conservación

Dado que se trata de medicamentos, es importante cumplir las condiciones de conservación establecidas en la caja o el prospecto. Dado que algunos de ellos pueden adquirirse a través del mercado negro, es difícil poder asegurar que las condiciones de conservación han sido respetadas en todo momento.

Referencias

1- PNS/MSSSI, GESIDA, SEP, SEIP. Documento de consenso sobre las alteraciones psiquiátricas y psicológicas en adultos y niños con infección por el VIH. Actualizado en febrero 2015.

http://gesida-seimc.org/wp-content/uploads/2017/02/gesida-guiasclinicas-2015-AlteracionesPsiquiatricasPsicologicasAdultosNinosVIH.pdf

http://www.hiv-druginteractions.org/

https://hivclinic.ca/drug-information/

 2- WHO. Glosario de términos de alcohol y drogas. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44000/9241544686_spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Editado por Organización Mundial de la Salud en 1994 bajo el título “Lexicon of Alcohol and Drug Terms”. Adaptado por el Ministerio de Sanidad y Consumo 2008.

3- http://www.chem-safe.org/

4- Royal College of Psychiatrists. http://www.sepsiq.org/file/Royal/1-Antidepresivos.pdf

5- Merck. http://www.merckmanuals.com/es-pr/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastornos-del-estado-de-%C3%A1nimo/trastornos-depresivos

 

Nota: El objetivo de esta ficha es meramente informativo y en ningún caso se pretende estimular el consumo de esta droga, ni sustituir el asesoramiento médico. La organización no se hace responsable del uso inapropiado que pueda hacerse de esta ficha.